El restaurante madrileño Medea estrenaba 2019 con una gran noticia, el cambio de ubicación. Dejaban atrás una preciosa y vibrante historia en un modesto local de la calle Ríos Rosas para empezar una nueva etapa en el número 14 de la calle Nicasio Gallego, a medio camino entre Bilbao y Alonso Martínez.
En este nuevo espacio, que ha sido diseñado por el estudio de arquitectura e interiorismo La Reina Obrera y que cuenta con una estética minimalista y underground, Medea estrena un comedor más amplio (con capacidad para 26 comensales) y una zona de bar, con una propuesta más informal, en la que se ofrece tanto carta como un menú diario, ambos con la cocina de autor del chef Luis Ángel Pérez como principal protagonista.
Este joven chef vallisoletano, formado en restaurantes como Aponiente, Zalacaín y DiverXO, entre otros, se ha convertido en una de las figuras destacadas de la nueva hornada de chefs españoles gracias a una cocina creativa e ingeniosa. A través de sus platos, en los cuales siempre queda plasmada una depurada técnica, Luis Ángel Pérez busca emocionar al comensal a través de un viaje por Asia, Latinoamérica y el Mediterráneo.
Haciendo gala de su espíritu rebelde e inconformista, la propuesta gastronómica que ha diseñado para su proyecto personal, Medea, solo podía ser atrevida a la par que reflexiva. Por eso, dentro de la nueva carta, que ya está disponible en Medea-Bar, se incluyen algunas de sus elaboraciones más demandadas por el público madrileño. Es el caso de su ya clásica “Croqueta de ají peruano”, el “Saam coreano de pollo con aliño mexicano”, el “Curry de frutos secos y callos de bacalao” o la “Paella ramen”, entre otras.
Completa la carta una selección de vinos a cargo de Borja Rivero, jefe de sala y sumiller de Medea, en la que destacan los vinos espumosos y cavas. En ella encontramos propuestas nacionales como Fusco, un 100% Mencía de la Ribeira Sacra; Albamar finca Opereiro, un albariño denominación de origen con aromas a eucalipto y menta; Morra O’Conto, otro albariño con aromas a pera, salino y muy fresco; Bad Man Chardonay, un vino equilibrado y elegante de la Serranía de Ronda; Maduresa, de la llamada “Toscana valenciana”, un caldo de uvas autóctonas monastrell y cariñena con rusticidad elegante; y propuestas internacionales atrevidas como Hunter’s Miru Miru, que significa burbujas en maorí, un vino neozelandés hecho por el método champenoise con una mezcla de pinot noir, chardonnay y meunier, y aroma a galleta tostada.
El menú diario, por su parte, que está disponible de martes a sábado tanto al mediodía como por la noche, se compone de tres entrantes y un principal a elegir. Se trata de un formato diferente, y al alcance de todos los bolsillos (15€ sin bebida), con el que poder disfrutar de platos atrevidos con la cocina fusión y un producto de calidad como actores principales.
Además de estas nuevas propuestas para la zona de bar, se siguen manteniendo los tres menús degustación en su restaurante gastronómico: “Punk” (55€), “Punk + 1” (65€) y “De Viaje” (80€). En todos ellos destacan los sabores potentes, a la par que equilibrados, dentro de una propuesta rebelde y atrevida que alcanza ahora su madurez.
Acompañando a sus recetas arriesgadas y personales, sigue estando una banda sonora de excepción en la que se combinan los sonidos indie y post-punk que siempre han sido formado parte de la identidad de este espacio único en la capital. Y es que no existe otro lugar capaz de reunir alta gastronomía de vanguardia y un ambiente desenfadado y gamberro de una forma tan sutil y auténtica.
Sobre Medea
Considerado restaurante revelación por la prestigiosa Guía Metrópoli en 2018, Medea se ha convertido en sus primeros dos años de vida, dándose a conocer primero en la calle Ríos Rosas para más tarde reubicarse en la calle Nicasio Gallego, en uno de los espacios más singulares del panorama gastronómico de la capital.
Su apuesta por la alta cocina de vanguardia y un estilo único a la par que rebelde lo convierten en un lugar irrepetible en el que se fusiona la cocina de autor con una decoración minimalista y una banda sonora a medio camino entre el indie y el post-punk.
Al frente de Medea se encuentran el chef Luis Ángel Pérez, curtido en los fogones de Aponiente, Zalacaín y DiverXO, y el jefe de sala Borja Rivero, ambos artífices de un proyecto ya consolidado en el que la única regla es que no hay reglas.
En solo dos años de trayectoria, este restaurante situado a medio camino entre Alonso Martínez y Bilbao ha conseguido hacerse un hueco entre las más aclamadas guías especializadas. Muestra de ello son las menciones en guías tan relevantes como la Guía Michelin o la Guía Repsol.